Nadie puede
discutir que los mas importante en este mundo es la salud y que el resto solo
puede ser secundario comparado con el bienestar fisico y mental, y estos dos deben
tener la mas alta prioridad para uno por que la vida entera depende de ellos.
Hay tiempos
en el que uno enferma, ya sea con un resfriado común o una enfermedad mas seria
e indeseable. Estos son los días en los que uno extraña estar sano. Sin embargo,
incluso de estas situaciones uno no deja de aprender o recordar cosas importantes.
Voy a
referirme por experiencia propia sobre el primer caso (y espero que sea solo de
este) donde uno espera recuperarse de un resfriado con algo de descanso y Buena
dieta liquida.
Es mi
cuarto dia con este pinche resfrío, pero
hubo momentos en los pasados dias en los que solo pude sentirme dichoso por las
siguientes razones.
Cuán
seguido tengo la oportunidad en un dia
regular de tomarme tranquilo un té con limón y miel en cama? Esto es lo que me
pide el cuerpo y de seguro es mucho mas saludable que mis normales 3 tasas de café
diarias que me mantienen alerta y
despierto en el trabajo.
Cuan a
menudo puedo cocinarme una sopa y tomármela sin ningún tipo de apuro? Pues de lunes a viernes solo puedo esperar ir
a almorzar a la cantina del trabajo, comer lo mas rápido posible y continuar
con el laburo para terminar a tiempo. Realmente me gusta cocinar (los fines de
semana) pero muchas veces preferimos ordenar comida exótica y ahorrarnos la
lavada y el tiempo.
En mi caso
particular, hacer ejercicios frecuentemente es tan importante en mi vida como
el mismo respirar, y si no ejercito pues me siento cascarrabias (y esta
infelicidad no va a ser apreciada ni en el trabajo o en la casa). Realmente
hace una diferencia en mi vida esa pequeña dósis de hormonas que el hacer
deportes trae. Pero estos sentimientos me llevaron desde que era chico a
estresarme y llevarme al limite de lo humanamente possible. Pues un buen descanso
es tan importante como el mismo entrenamiento. Debido a que en este instante no
podría hacer mas de 3 flexiones seguidas, tengo nuevamente una oportunidad para
descansar la máquina. De echo pienso descansar hasta que venga el año nuevo para
dar a todas esas calorias extras navideñas la oportunidad de integrarse en mis
crecientes rollos.
Sobre
tiempos de dormir en estos dias de convalecencia, nunca tuve una mejor siesta
que en la cama de mi hijo mientras que mis dos pequeños jugaban sobre mi. No
tengo que mencionar que lo mas cercano a una siesta en una semana normal es
cerrar los ojos por tres minutos en el tren de vuelta a casa evitando todo tipo
de contacto físico con extraños.
Este tipo
de estado de convalecencia durante o despues de una enfermedad le da a uno la
oportunidad de concentrarese en su salud y necesidades propias. Al final de
cuentas uno mismo es responsable de proveer lo que uno mas necesita, algo de paz en el cuerpo y
mente.
Y por
cierto, si uno encuentra un compañero con quien uno pueda compartir los
lamentos de estar enfermo, pues mejor aún. Esta vez compartimos la cama de los
enfermos con mi pequeño de 6 meses que
tambien esta resfriado. El año pasado fue con mi otro hijo de entonces 2 años.
A ellos, como a mi, no nos gusta cuando no podemos respirar con todas esas mucosidades de color que nos
atascan las narices. Pero al menos nos tenemos uno al otro para compratir las
penas de estar enfermo mientras nos quedamos en pijamas todo el dia en casa.